El mejor abogado cobrará lo que estén dispuestos a pagar por su trabajo, que no tiene que corresponderse necesariamente con el valora que tendría el servicio prestado. Además, todo abogado tiene la obligación de informar del dinero que cobra por cada servicio si le es solicitado por parte del cliente.
¿Por qué?
Por ser el trabajo del abogado un servicio que no tiene precio, el mejor abogado para un determinado tendrá un valor incalculable.
El sueldo medio de un abogado junior suele rondar entre los 20.000 y 24.000 euros brutos, el de un abogado con una experiencia y consolidación de más de 10 años suele rondar entre los 40.000 y 60.000 euros brutos.
¿Por qué pensamos que el mejor abogado es correlativamente el más caro?
Desde nuestro punto de vista ya hemos entrado en una visión más consciente de la abogacía con la plena implantación en el libre mercado desechando limitaciones publicitarias del pasado.
Es por ello que toda relación entre abogado y cliente debe de basarse en la relación de confianza. A partir de ciertos importes de minutas, desde nuestro punto de vista, se deja de abonar el servicio profesional y se pagan otras contraprestaciones que son lícitamente respetables:
- Prestigio.
- Exclusividad.
- Repercusión.
- Influencia o relaciones sociales.
Pero son cuestione que deberían de ser ajenas a un servicio profesional que consiste en aplicar derecho dentro o fuera de los Tribunales.
El mejor abogado no es el que gana más juicios, sino el que los evita, pues puede conseguir cuestiones que no tiene precio.
En determinados pleitos hay minutas de millones de euros, por lo que algunos abogados a título individual pueden ganar en un año varios millones de euros, pero ello no necesariamente supone que su trabajo tenga un mayor valor que otro abogado.
Además, en cada rama del derecho existen unos aranceles más o menos asentados en el sector de la abogacía.
Por ejemplo un buen abogado mercantilista o de derecho penal de juicios relacionados con la política o tráfico de drogas puede ganar minutas de millones. En cambio, un abogado de extranjería o penal especializado en delitos leves no suele tener minutas tan elevadas.
El criterio que se suele aplicar a criterios de minutas de abogados en tasaciones de costas suele ser del tercio de la cuantía del proceso, cuestión que a nuestro juicio es bastante injusta, pues no está relacionada con la complejidad o importancia real de la causa.
El mejor abogado matrimonialista no es el más caro. El mejor abogado penalista no es el que cobra las minutas más elevadas. En España existiendo cientos de miles de abogados y ninguno puede afirmar ser el mejor y probablemente tampoco el mas caro de no aportar un valor añadido a su servicio.
Por un mismo trabajo en un proceso de reclamación civil, la minuta puede oscilar mucho por la cuantía.
Respecto del propio cliente, existe plena libertad de marcar precios. Lo obligación existente es la de fijar precios concretos por servicios concretos si así lo solicita el cliente.