Cuando un abogado miente o proporciona información falsa o engañosa, esto puede considerarse una violación de las normas éticas y profesionales a las que los abogados están sujetos. No existe un término específico para referirse a esta acción en el ámbito legal. Sin embargo, las consecuencias pueden variar dependiendo del contexto y la jurisdicción.
En general, si un abogado miente o actúa de manera fraudulenta, puede enfrentar acciones disciplinarias por parte del colegio de abogados o del órgano regulador correspondiente. Esto puede incluir sanciones como la suspensión o revocación de la licencia para ejercer la abogacía.
Además, si un abogado miente en el contexto de un procedimiento judicial, esto puede considerarse un acto de mala conducta procesal. En ese caso, el abogado podría enfrentar consecuencias legales, como: Delito de falso testimonio: Tipificado en el artículo 461.2 del Código Penal, lo cometerá el abogado que, a sabiendas, presente testigos falsos o peritos o intérpretes mendaces, tal y como dice la ley.
Es importante destacar que la honestidad y la integridad son valores fundamentales en la profesión legal, y la gran mayoría de los abogados se adhieren a estos principios éticos. Si tienes alguna preocupación acerca de la conducta de un abogado, es recomendable buscar asesoramiento legal adicional y comunicarte con el colegio de abogados local o con una autoridad competente para presentar una queja formal.